Mis trucos para sobrevivir a la clase de natación [Gideon Samson]

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Título original: Met je hoofd boven water

Saga: Autoconclusivo

Autor: Gideon Samson
Ilustradora: Anke Kuhl

Editorial: Takatuka

Fecha de publicación: 28 septiembre 2016

ISBN: 978-84-160-0362-4

Número de páginas: 156

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Sinopsis:

El jueves es el peor día de la semana para Gid. Porque los jueves tiene clase de natación en el colegio y no hay nada más horrible que eso. Tirarse de cabeza, hacer la bicicleta, nadar con la ropa puesta... Gid tiene que pasar por ese suplicio una semana sí y otra también. Para saltarse la clase de natación, Gid ha ideado hasta setenta trucos, como encerrarse en el lavabo cuando llega el autocar que los lleva a la piscina. El problema es que los trucos no se pueden repetir, y algunos son difíciles de poner en práctica. Por suerte, Gid cuenta además con la ayuda del señor de las palomas. Cuando el autocar de natación pasa por delante de la plaza, lo ve sentado en su banco junto al estanque. Y aunque el señor no lo sabe, su presencia ayuda a Gid a sobrevivir a la clase de natación. Una semana sí y otra también. Pero, al comenzar el nuevo curso, el señor de las palomas ya no está en su banco de siempre, y Gid decide ir a buscarlo para evitar que la clase de natación y todo el curso se conviertan en un desastre.

Mi opinión:

Gid es un niño de 9 años que tiene auténtico pánico al agua. Para él, el peor día de la semana es el jueves porque tiene clase de natación. Vive en Holanda y allí, en el año en el que se sitúa la acción de la obra, es obligatorio sacarse los diplomas Ay B de natación.

En narrador es Gid, que nos cuenta su historia en primera persona. Nos encontramos en Holanda a finales de verano de 1994.

El libro empieza con una especie de introducción titulada “Antes de nada…” en la que Gid nos comenta algunas peculiaridades de su país y la época en la que vive, entre ellas, el tema de los diplomas de natación.

A partir de ahí, la novela se divide en 16 capítulos de extensión más bien corta, numerados, titulados y correlativos en el tiempo.

El ritmo de lectura resulta muy ágil. La prosa del autor está bien adaptada al tipo de público al que se dirige, por lo que pienso que los niños conectarán con facilidad con el personaje principal. Además, la trama es amena y Gid nos habla con familiaridad y confianza.

Los personajes principales nos vienen definidos desde el punto de vista del narrador, por lo que, al describirlos, emite juicios de valor sobre ellos.

- Gid: Tiene 9 años y el curso anterior empezó a tener que ir a la piscina. Desde entonces, el jueves se convirtió en el peor día de la semana. A sus 9 años, Gid resulta un chico bastante maduro y tiene una gran imaginación, cosa que demuestra, por ejemplo, con sus trucos para evitar ir a la piscina.

- La madre de Gid: Siendo soltera decidió tener a su hijo por inseminación artificial, por eso, muchas veces el chico se pregunta cómo será su padre. Es una mujer bastante protectora con Gid, pero él siente que no llega a comprenderlo.

- El hombre de las palomas: Es un señor mayor al que Gid siempre ve dando de comer a las palomas desde el autobús de la natación. Lo considera su protector y piensa que, mientras lo vea, no se ahogará en la piscina. Evidentemente, el hombre no sabe nada de esto.

- Bart: Es el mejor amigo de Gid y es un nadador de primera, por lo que ya ha conseguido sus diplomas y va con el grupo de natación más adelantado.

- Chon: Es el monitor que siempre se encarga del peor grupo de natación y, por lo tanto, en el que está Gid.

A lo largo de la narración irán apareciendo más personajes con los que el protagonista irá interactuando, aunque no se profundiza mucho en ninguno de ellos, todos tienen su papel en la historia.

El final es muy emotivo y me ha gustado mucho. Además, es de esos que nos deja un mensaje.

Mis impresiones:

En cuanto vi este libro me sentí identificada. Cuando yo era pequeña, también nos obligaban a ir a clase de natación un día a la semana y era horrible. Al final, conseguí deshacerme de las clases de natación después de montar un montón de pataletas a mis profesoras.

En el libro, Gid tiene el mismo problema, su miedo a la piscina es más fuerte que él y, por eso, inventa estrategias para poder librarse de ir. Quiere dejar de ir a la piscina y olvidarlo, pero, por otro lado, también quiere sacarse el diploma B para dejar de ser un “pringao”.

Me ha gustado mucho como el autor ha llevado la narración porque, realmente, parece que la historia te la esté contando un niño. Pienso que esto hará que los lectores más jóvenes se identifiquen con él y les amenizará la lectura.

La trama es sencilla, pero está contada de una forma atractiva y termina convirtiéndose en una historia entrañable, que puede llegar a emocionar. Es una historia de auto-superación, que puede ayudar a los niños con problemas con la piscina a enfrentarse a su miedo (ya me gustaría a mí haberlo tenido en su momento).

Aparte, me gustaría comentar que la edición es una auténtica preciosidad. Es de tapa dura sin sobrecubierta y el interior está impreso en color azul oscuro. Tiene dibujos al principio de cada capítulo y también algunas ilustraciones, al principio y al final del libro.

Sinceramente, “Mis trucos para sobrevivir a la clase de natación” es uno de los libros de ficción realista infantil que más me ha gustado de los que he leído. El motivo es que resulta muy cercano y creíble, además de ser un libro bonito y entretenido, que, en mi opinión, agradará al niño lector, tenga miedo al agua o no.

Para más información puedes visitar:

- La ficha del libro en la página de Boolino.

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