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sábado, 31 de enero de 2015

It's Caturday!! Gatos en la Blogosfera (10)


Este sábado tenemos el placer de ver a dos preciosidades de siameses juntitos. Son hermanos y pertenecen a mi amigo Juan Manuel Peñate, escritor del libro Al otro lado del Cristal, que sin duda os recomiendo, ya que fue una de mis mejores lecturas de 2014, y administrador del blog Érase una Vez.



Todo se remonta al primer gato que tuve. Cuando se murió, con 8 años, una especie de vacío se hizo presa de la casa. Añorábamos la compañía gatuna. Pese a las clásicas frases que se dicen de que se sufre mucho y todo eso, al final es lo que yo siempre digo: "Bueno, ¿y los años de vida tan maravillosos que te ha regalado?".
Al final se volvió a caer en la tentación y, a través de la veterinaria que nos trató al primero, conseguimos otro gato, siamés como el primero. Solo que esta vez no fue uno, sino dos.
Esta mujer nos pidió el favor de quedarnos temporalmente con el segundo (su hermano) para quitarlo al menos de una azotea donde los tenían pasando calor; un par de semanas a lo sumo, hasta que un cliente de Burgos que se había fijado en este lo reclamara para hacerse con él. En fin, seguramente no es la primera historia parecida que escuchamos para acabar convirtiéndose en algo un tanto sospechoso, predecible.
El cliente al parecer se echó para atrás, encontrándonos por consiguiente con semejante tesitura. Y pensamos, "¿Qué demonios? Nunca separes a la familia".
Y así es como llegaron, con un mes de vida, muy blanquitos y juguetones.
Este marzo cumplieron 9 años. Los dos son idénticos, solo los distinguimos porque uno tiene la punta de la cola blanca.

Sobre lo de los nombres es algo extraño, porque nunca nos llegamos a poner de acuerdo y aquí en mi casa cada uno los llama de forma distinta (todas las casas tienen sus rarezas). Yo los llamo Blanco y Negro, por los personajes de una peli de animación llamada Tekkonkinkreet (que ya de paso recomiendo, jejeje), cuyos protagonistas son dos hermanos huérfanos que viven en la calle.
De todas formas, como nunca hicieron mucho caso a nombres (no sé otros gatos), al final acabas llamándolos Chico, o Gordo, o silbándoles cuando quieres llamarlos.

Salvo su apariencia física tan idéntica, tienen personalidades muy distintas:
Negro: 
Es curioso por naturaleza (más que cualquier gato), a las visitas las olfatea de forma escrupulosa y todo lo que venga de fuera. Es bastante pesado con el tema de las puertas: si está fuera quiere entrar, si está dentro a los dos minutos quiere salir, por lo que es difícil tenerlo en una misma habitación cuando, en mi caso, lo que quieres es aislarte del mundo para escribir y meterte de lleno en la historia de turno con la que estás en ese momento. De los dos, es el que casi siempre busca al otro para dormir.
Blanco:
Es el más tierno de los dos, el más dormilón, el más mimoso, el más independiente respecto a su hermano. Es un consentido y siempre está buscando atenciones, se pone boca arriba y empieza a ronronear como si un motor se encendiera por dentro. Es gracioso verlo cuando tiene sueño, porque tiene un poco de estrabismo y un ojillo se le va hacia un lado en clara señal de que ya no puede con su cuerpo.
De los dos es el que más delicado ha salido, pues desde hace un año tiene algo de asma. No es grave (de momento), pero no hay día que no le vea toser durante varios minutos. Su hermano en cambio, no, ese nos ha salido sanísimo además de no tener vergüenza.

Recuerdo el primer día cuando llegaron tan pequeños: Negro se dedicó a inspeccionar la casa de arriba abajo; Blanco llegó, se metió detrás del mueble de la tele y se pasó la tarde entera escondido. Claro reflejo de la timidez y espíritu aventurero de uno y otro ya de mayores.
Al margen de todo, son muy buenos y cariñosos, y lo cierto es que dan mucha compañía (a veces cuando escribo, Blanco se me acurruca cerca hasta quedarse dormido, o se me coloca en el regazo sin pedir permiso. Negro tiene la costumbre de subírseme a la cama en busca de atención a horas impensables, aprovechando un momento en la madrugada que me levanto al baño, cuando aquí el amigo más activo está y le da por hacer carreras por todo el piso como poseído por un demonio).


Son totalmente adorables. Siempre me han gustado mucho los siameses y espero conseguir tener alguno en mi vida, pero si le traigo un gato más a casa a mi madre, nos echa a patadas a mí, a los gatos y todos los libros de paso.

Me encanta la última foto, los dos hermanos ahí agarraditos. Si es que se les ve felices en cualquier parte mientras estén juntitos.

¿Qué os parecen estos dos chiquitines? ¿No son una auténtica preciosidad?

Muchas gracias Juan Manuel por participar en esta iniciativa y mostrarnos a tus fieles compañeros. Me ha encantado verlos y conocer su historia. Estás invitado a contarnos todo lo que quieras sobre ellos.

Y tú, ¿quieres participar en esta sección y presentarnos a tu minino? Lee como hacerlo en el siguiente enlace.

11 comentarios:

  1. Ahhhhh me encantan ♥♥ Son igual que mi gato (bueno, mi Thor está mucho más gordito que ellos pero también porque es muy mayor ya :P) y encima ellos son dos, me encantan las parejas de siameses :3 Y sí, la última foto es absolutamente adorable ^^

    Un beso, MyuMyu ♥

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  2. Me ha encantado conocer sus historias. Dos auténticas preciosidades.
    Besotes!!!

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  3. Oh, qué bonitos! Parecen de caramelo y mantequilla ;-)
    Si tuviera gatitos, te mandaba fotos todos los días, jajajaja.
    Feliz finde, guapetona.
    Besotes felinos.

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  4. Oisss por favoooor, son adorables ♥ La última foto me encanta, me recuerdan a los siameses de La dama y el vagabundo jaja.
    ¡Un besote, preciosa!

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  5. Holaa!
    Son una monada! mi primera gatita también fue siamés y se llamaba Perla. Besotes

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  6. La última foto me enamora <3 qué monada de gatos y me parecen unos nombres muy originales, al leerlos sin ver la foto he pensado que eran uno blanco y otro negro, pero no xD

    ¡Besotes!

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  7. Son una monada!!!!
    Me recuerdan mucho a una que tenía mi chico hace unos años... Y que desapareció un dia y nunca más supimos de ella. Era muy muy arisca, pero cuando dormía en casa de sus padres siempre me despertaba en mitad de la noche y la tenía conmigo en la cama. Creo que era el único momento en el que podía acariciarla y que se dejara <3

    Un besazo!

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  8. Qué ilusión!!
    Hoy los protas son ellos, jajaja.
    Muchas gracias, María.

    Un beso ;)

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  9. Que monada los dos gatitos tan juntos, son una preciosidad y lo mejor de todo la compañía como dices arriba que nos dan y el cariño que regalan.

    Besos =)

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  10. Qué lindiños!!! :) la verdad que hacen muchísima compañía las mascotas, aunque no hablen con palabras, se nota todo su cariño.

    Un besiño

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  11. Ohhh, que monoos, aunque pensaba que serían blanco y negro, jajajaja, eso es hacer trampa!!
    Y te tengo de mandar de mi Charly!! A ver si me pongo, que ando más desganada, jajajaja.

    Besos!!

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